Amazon despide a 30.000 trabajadores a partir de este martes

Amazon ha anunciado un ambicioso proceso de transformación que incluye el despido de 30.000 empleados corporativos. Una medida contundente que no solo responde a una reorganización interna, sino que refleja el impacto real que la inteligencia artificial está teniendo en las grandes estructuras empresariales.

La compañía busca simplificar su organización, optimizar procesos y acelerar la toma de decisiones mediante sistemas basados en IA. Detrás de este ajuste hay una visión clara: reducir las tareas repetitivas y potenciar la innovación a través de la automatización y el análisis inteligente de datos.

Aunque la noticia se interprete desde una óptica dura —por su impacto laboral—, también marca un punto de inflexión sobre cómo las empresas están evolucionando. No se trata solo de recortar costes, sino de redefinir la manera en que se trabaja, con estructuras más ligeras y apoyadas en tecnología capaz de aprender y adaptarse.

Amazon, una vez más, actúa como termómetro del cambio global: la IA no es un complemento, sino el núcleo sobre el que se está construyendo el nuevo modelo empresarial.