Sin dudas, sí. Pero eso no es necesariamente malo.
Hoy, miles de empresas están invirtiendo millones de euros en desarrollar modelos, herramientas y productos basados en IA.
Y como ha ocurrido en todas las revoluciones tecnológicas, no todas sobrevivirán. Algunas desaparecerán, otras serán absorbidas… y unas pocas marcarán el futuro.
A eso lo llamamos “burbuja”, pero en realidad es un proceso natural de filtrado. Cuando hay tanto dinero y talento entrando en una nueva tecnología, el exceso es parte del crecimiento.
La clave no está en evitar la burbuja, sino en entender qué proyectos están creando valor real y cuáles solo siguen la moda.
La mayoría ve una burbuja como algo peligroso. Pero en realidad, esta burbuja nos va a beneficiar a todos. Porque mientras algunos pierden dinero, todos ganamos en progreso, conocimiento y avances que acabarán mejorando nuestra vida cotidiana.